Señales de que te has equivocado de carrera
¿Te has dado cuenta de que lo que estás estudiando no te apasiona? ¿Vas a clase por obligación? ¿No te imaginas ejerciendo la profesión? Asegúrate de que estás tomando la decisión correcta y comprueba si cumples todas las señales de que te has equivocado de carrera.
No desesperes, porque es algo mucho más común de lo que piensas, de hecho uno de cada tres alumnos (33%) abandona la carrera universitaria en la que se matricula el primer año.
Y solo un tercio de los alumnos acaba la carrera a tiempo: de los estudiantes de grados de cuatro años que comenzaron en el ciclo 2013-2014, el porcentaje que finalizó en el tiempo previsto (tasa de idoneidad) fue del 34,4%, con grandes variaciones dependiendo del ámbito de estudio.
Puede que te hayas equivocado de carrera… ¡lo importante es darse cuenta!
Señales de que te has equivocado de carrera
1. No te gustan las asignaturas
Siempre hay una materia que cuesta más o a la que no le acabas de encontrar el punto, pero cuando la mayoría de las asignaturas se te hacen cuesta arriba y cuando no te interesas por los temas de estudio fuera del aula, significa que no te gusta lo que estás estudiando.
2. Prefieres las optativas
Las asignaturas que más te interesan son precisamente las variables, aquellas que no son comunes o troncales. Eso significa que las materias que más te gustan son las que tienen una orientación distinta al núcleo de tu carrea, otro signo de que lo que estás estudiando no es lo tuyo.
3. Malas notas
Hay carreras que, de por si, son difíciles. Pero cuando pasan las evaluaciones y las entregas de trabajos y no hay forma de aprueves, puede que realmente no estes estudiando aquello de lo que sacarás más provecho.
4. Dificultad al captar conceptos
Puede que vayas aprovando, pero… ¿cuánto te cuesta? Si tardas varias horas en comprender conceptos que el resto de tus compañeros entienden con facilidad, o si estudiar te resulta mucho más difícil que anteriormente, puede que debas elegir otra carrera.
5. No ves una proyección
No logras imaginarte tres o cuatro años más estudiando lo mismo. Puede ser porque no te interesan las asignaturas o porque se te hace tan pesado el día a día que no sabes si lo podrás aguantar durante tanto tiempo.
7. No quieres trabajar en ello
Si tu objetivo es conseguir el título en lugar de trabajar en lo que has estudiado… ¡mala señal! Cuando tu meta se limita a acabar la universidad y no piensas ni siquiera en ejercer la profesión, es el momento de dejarlo.
8. Estudias para satisfacer a otros
Piensa un momento: ¿por qué estás estudiando esta carrera? ¿por qué la elegiste? Es muy probable que en el momento de tomar la decisión te sintieras presionado por factores como tu familia, tus amigos o tu pareja. O puede sopesaras todas las variables y te equivocases,
9. Falta de entusiasmo e interés
El profesor anuncia que la clase siguiente va a explicar un tema determinado y ves como tus compañeros se entusiasman, cómo sonríen de felicidad, cómo empiezan a experimentar el famoso hype, como si se fuera a estrenar una nueva película de Star Wars. Pero a ti no se te mueve un pelo.
No te interesan para nada los temas que vienen en las próximas clases… ni en los próximos años.
Termina la clase o terminas de estudiar en tu casa y haces cualquier cosa menos algo vinculado con los temas que estudias. No te mantienes actualizado ni investigas nada relacionado. No tienes curiosidad en lo más mínimo por lo que estudias. Para ti es solo una obligación y nada más.
10. No tienes nada que ver con tus compañeros
No logras integrarte con tus compañeros de clase, sus conversaciones no te interesan y sus planes te aburren, lo has intentado pero soys tan distintos… Al final te has dado cuenta: no son ellos, eres tú.
11. Síntomas físicos
La mente es sabia, pero el cuerpo también, y como dicen los expertos, hay que escucharlo. Si te sientes ansioso, malhumorado o incluso notas síntomas como dolor de tripa constante, migrañas… es muy posible que sea un último aviso. La salud es lo primero, así que acude a un especialista si lo necesitas, y plantéate de una vez por todas cambiar tu rumbo.
Si cumples todas o la mayoría de estas señales, casi seguro que lo que estás estudiando no es lo que deberías. Pero no te preocupes, no es nada grave, al contrario, es una suerte haberte dado cuenta a tiempo, en lugar de descubrirlo dentro de unos años cuando ya estés trabajando en el sector. Ahora sabes qué es lo que no quieres hacer y tienes todo un futuro por delante para encontrar aquello que te realmente te llene.
¿Nuestra recomendación? Sal de tu zona de confort, invierte el resto del año en pensar qué quieres hacer, perfecciona un idioma, viaja, reencuéntrate a ti mismo, carga las pilas… Hazlo todo con un Gap Year en el destino que elijas y, de una vez por todas, vive la vida que quieres vivir!