Cómo hacer que tu habitación en la residencia se sienta como en casa
Mudarse lejos de casa para estudiar en el extranjero es tanto emocionante como estresante, un rito de paso. Si es la primera vez que te alejas de amigos, familia y las comodidades del hogar, adaptarte puede llevar tiempo, y eso es completamente normal. Es importante darte tiempo para conocer tu nueva ciudad, hacer amigos y encontrar aspectos positivos.
Una cosa que te ayudará a sentirte más cómodo es tener un lugar acogedor y confortable al que puedas llamar hogar. Ya sea que te quedes en una habitación de residencia estudiantil o en casa de una familia anfitriona, aquí tienes algunas ideas para que tu habitación se sienta como en casa.
1. Colgar fotos
Las fotos son la forma más económica y sencilla de hacer que un espacio sea tuyo. Imprime algunas fotos de tus amigos, familiares y mascotas de casa y pégalas con Blu-Tack (ya que no daña las paredes). Cuando te sientas nostálgico, te recordarán cuántas personas te quieren en casa, estarán esperándote cuando regreses.
2. Trae tu propia ropa de cama
Las camas de las habitaciones de residencia estudiantil no siempre son conocidas por su ropa de cama de lujo. Así que cambia las sábanas y mantas ásperas por las tuyas. Si tienes espacio en tu maleta, trae tus favoritas de casa; de lo contrario, ve a comprar un nuevo juego que te guste. Tener un lugar acogedor y cómodo para dormir todas las noches hará maravillas por tu higiene del sueño y tu estado de ánimo.
3. Desempaca
Vivir de una maleta no solo es molesto, sino que te impedirá sentirte asentado. Tómate el tiempo para desempacar tu ropa, organizar tus cosas y guardar la maleta para que el espacio realmente se sienta como tu hogar. Si tu habitación no tiene un armario, compra un perchero económico en IKEA o algunos contenedores de almacenamiento transparentes con ruedas que puedas guardar debajo de la cama.
4. Empaca algo especial
Aunque es posible que ya no duermas con un peluche, seguramente haya algo que puedas meter en tu maleta que te recuerde a casa. Puede ser una bata esponjosa, una taza de café o té favorita, tu almohada o unas zapatillas cómodas. Esas simples comodidades harán una gran diferencia mientras pasas horas estudiando en tu habitación.
5. Llévate tus snacks favoritos
Como australiano, nunca viajo al extranjero sin dos cosas en mi maleta: Vegemite y Tim Tams. Un bocado de tostada con Vegemite para el desayuno y un Tim Tam antes de acostarme son todo lo que necesito para superar cualquier nostalgia.
Así que antes de mudarte, y especialmente si te vas al extranjero, abastécete de tus snacks y golosinas favoritas para que siempre tengas un toque de hogar. Y si te quedas sin ellos, los paquetes de cuidado llenos de snacks de casa siempre son un gran estimulante para el ánimo.
6. Crea algo de privacidad
Si compartes una habitación de residencia, encontrar privacidad puede ser un gran desafío e incluso puede convertirse en una fuente de tensión. Así que mantén la paz con tu compañero de habitación dándose un poco de privacidad mutuamente. Puedes lograrlo trayendo un separador de ambientes independiente o creando uno con muebles, como un perchero o un guardarropa.
También puedes hablar con tu compañero de habitación acerca de establecer un horario en el que cada uno tenga tiempo para hablar con amigos o familiares de casa o simplemente estudiar en paz.
7. Consigue un colchón adicional
Si eres un poco como Ricitos de Oro y encuentras que tu colchón es demasiado delgado, duro o irregular y simplemente no puedes sentirte cómodo, hay una solución sencilla. Compra un colchón adicional en cualquier tienda de artículos para el hogar y simplemente colócalo sobre el colchón. Es una forma rentable de obtener más comodidad y calor y te ayudará a dormir mejor por la noche.
8. Cuida algo especial
Un estudio de 2021 encontró que el 75% de los estudiantes universitarios de primer año experimentaron algún nivel de ansiedad por separarse de sus mascotas.
Si estás acostumbrado a tener un compañero cariñoso a tu lado, este puede ser un gran cambio. Y aunque no recomendamos que tengas un gato o un perro mientras estudias en el extranjero (una habitación de residencia no es un lugar adecuado para una mascota), tener algo pequeño como una planta o un suculento que necesite amor y atención regular te ayudará a sentirte asentado en tu nuevo hogar.
Alternativamente, puedes ofrecerte como voluntario para pasear perros en un refugio de animales o cuidar de las mascotas de un vecino si realmente extrañas el cariño de un animal.
Con solo algunos ajustes aquí y allá, estarás en camino de sentirte como en casa lejos de casa.